Nacido en Bárcena de Cicero, recibió las enseñanzas de Cecilio Pla, en la madrileña escuela de San Fernando, donde estudió pensionado por la diputación de Santander.
Practicó la escultura, destacando en la talla de madera, el óleo y el dibujo. Hizo una galeria de retratos a lápiz, como el famoso de Agustín Riancho, entre los que aparecen conocidos personajes del Santander de los años cuarenta y cincuenta.
Cimentó su gran reputación como retratista con obras que priman la fidelidad al modelo. Es la suya una concepción tradicional del oficio pictórico en el que llegará a una maestría en el uso del color, si bien Flavio San Román cobra auténtica dimensión en el arte cántabro a través de su dedicación a la docencia. Fueron discípulos suyos Raba, Calderón, de la Puente y Álvarez Lavín, entre otros.
ALFONSO XIII (cuadro)
Flavio San Román ha retratado a Alfonso XIII con fidelidad y oficio, cual conviene al tema elegido, quizás por ello el joven monarca carece de la intención expresiva de otras obras del pintor y el cuadro adolece de una técnica seca y excesivamente dibujística. Con todo, el contraste entre el fondo neutro y el traje fielmente reproducido producen una sensación de viveza y rico cromatismo.
MUCHACHA (cuadro)
Sobre una modelo posiblemente real, Flavio San Román ha acentuado un aura entre sensual y misterioso, que nos remite inevitablemente al simbolista cordobés Julio Romero de Torres.
Ello, con un tratamiento del retrato femenino, en este caso con una variante racial, que participa de la herencia del prerrafaelismo tardío.
BIBLIOGRAFÍA: "Cien Años de Pintura en Cantabria (1815 - 1915)". Diputación Regional de Cantabria. Instituto del Patrimonio Histórico y Monumental de Cantabria. 1988. Santander.